miércoles, 27 de agosto de 2008

Ácido desoxiribonucleico

La conciencia resuena en la cueva de los recuerdos podridos. Hace demasiadas lunas llenas que te escondes bajo las lágrimas de un corazón amoratado, y tus ojos están cansados de ver siempre lo mismo. Siempre igual. ¿Quién se han creido los sueños para engañarte noche tras noche con historias demasiado bonitas? ¿Quién ha sido el desgraciado que ha osado a darles permiso? Ya no tienes ni voz, ni voto. El presente se te escapa entre la punta de los dedos, y pierdes el tiempo intentando pintar futuros bonitos, relucientes, casi perfectos. Son cosas de la vida.

domingo, 24 de agosto de 2008

Espirales desalmadas

¿ Para qué vamos a engañarnos ? Te echo de menos cuando menos me conviene hacerlo. Y a ti. Y a ti también. Los recuerdos todavía se retuercen entre mis sábanas, y se repiten una y otra vez, como una película sin final, una espiral sin alma. Supongo que son días y días. Mañana me habré olvidado de cada sueño, o quizás siga perdida en ese mundo onírico que me apuñala al despertar. Quién sabe.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Ingenuidad

Todavía sigo buscando unos cuantos hilos de seriedad, que cosan mis labios y callen mi voz por unos segundos. Hablo mucho, demasiado, y las palabras fluyen más deprisa de lo que deberían. Hoy he vuelto a soñar contigo, a pesar del tiempo que ha pasado desde aquella noche. Parecía tan real, tan bonito, que me he despertado creyendo que aún estabas. Pero no. El inconsciente disfruta pintando absurdas mentiras en nuestras mentes de cristal. Qué ingenuos somos, todo nos lo creemos. Todo. Aún mantengo la esperanza de poder cerrar mis labios con un poco de lana azul. Pero ese día nunca llega, nunca llega el silencio.

lunes, 18 de agosto de 2008

Dejemos de soñar, actuemos.

Hubo un día en el que cientos de personas, tú y yo imaginamos un mundo nuevo. Cada calle sonreía con un color diferente. Rojo, verde, amarillo, naranja. El cielo volvía a ser azul, las nubes de humo habían desaparecido, y las pequeñas esponjas blancas que tantas formas nos dibujaban volvieron a ocupar su lugar. Del asfalto brotaban raíces y flores aterciopeladas, margaritas y ansias de libertad. En cada pared se escondía un verso, y otro, y otro más. Las palabras daban vida a la ciudad, empapelando cada rincón con su fuerza, con su voz. La tierra respiraba respeto, y los animales, y las montañas, y el mar. El mundo ya no estaba al servicio del hombre. Las personas eran tan iguales como diferentes. Cada ser era único, irrepetible. Especial. Nadie ganaba a nadie, no habían perdedores. Las lágrimas se perdieron años atrás, y olía a felicidad en cada mirada.

Querida, ha llegado el momento de dejar de soñar. Ya es la hora. Actuemos.

domingo, 17 de agosto de 2008

Nadiesabenada

..Y el corazón te grita,
sin saber lo que quiere,
pero sabiendo que algo necesita,
algo más de lo que tiene..