"Amaba la vida. A su manera. Amaba el alcohol. Las calles. Las mujeres fáciles. Amaba el día y la noche. Amaba aquello que él denominaba la mala literatura. Y todo, bajo el prisma de un hombre que no tenía dueño, tan sólo comprometido con la bebida y con su vieja máquina de escribir. Odiaba el trabajo. La vida ordenada. Limpiar los platos. Cortarse las uñas. A los críticos literarios. A los escritores. A la gente que nunca le invitaba a un trago."
F.Rodríguez -Bukowskiando-
2 comentarios:
la buena vida, vamos...
Yo quiero esa vida, esa pero con hombres fáciles, ¿existen? ¿Hay mujer bukowskiana? Deberíamos crearla... Yo podría llegar a obsesionarme con mis gemelos...
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