Hace muchos, muchos años, en una ciudad sin calles y sin sonrisas, vivía una señorita que se pintó de gris y se vistió con la armadura más dura del mundo. Todos pensaban que era la más fuerte, la más valiente, la que siempre hacía lo que quería. Lo que no sabían era que, detrás de esa montaña de hierro, el corazón se le deshacía a pedazos.
3 comentarios:
Wapo
ERES FANTASTICA ME ENCANTA LO Q ESCRIBES^^ SUERTE PARA TY.. QUERIDA..NUNCA PERMITAS Q ALGUIEN TE DIGA Q ASER U.u
Y cuando se quiso deshacer de esa armadura ni pudo ni tuvo nada que esconder.
Pero eso sí, existe superglú para corazones, de eso estoy segura. Así que abrillanta la armadura que por mucho que a veces deseemos su rotura te acompañará mucho tiempo, gracias a X. Y te evitará muchas hostias. Eso sí, el plan bé siempre será el superglú.
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