domingo, 27 de febrero de 2011

24H

Quiero que quieras por un día. Me citarás en un mercado de colores, y me buscarás entre el gentío, y cogerás mi mano con delicadeza, y tomaremos café, y fumaremos pausadamente, y me sonreirás, y me llevarás a un rincón secreto, y nos revolcaremos en el césped, y seguiremos con la ropa puesta, y volverás a cogerme la mano, y me llevarás hasta tu portal, y te harás de rogar, y abrirás la puerta, y me subirás en brazos, y me lanzarás sobre la cama, y besarás cada poro de mi piel, y dejaré que me hagas el amor, y dormiremos abrazados, y me despertaré con el olor de nuestras tostadas, y comeremos bajo el sol, y me dirás que soy la mujer de tu vida, y desearás poder acostumbrarte a estar conmigo, y me sonrojaré, y te besaré, y miraré el reloj, y veré que es tarde, y me despediré de ti, y me rogarás que no me vaya, y que te llame, y que te muerda los labios manchados de mermelada. Y bajaré las escaleras de dos en dos, mientras mirarás de reojo cómo tambaleo el trasero. Y saldré del portal, y cerrarás la puerta, y me perderé entre la muchedumbre. Y desaparecerás para siempre, y no dejarás huella en mi camino, y no volverás a quererme.