martes, 21 de enero de 2020

L.

La que se levanta los lunes con ganas de comerse el mundo pero sin energía en las entrañas. La que piensa que vomitando palabrería barata todo saldrá mejor. La que sonríe a desconocidxs mientras se inventa sus vidas. La que siempre lleva un libro encima y pocas veces lee, la que promete cosas inalcanzables y tropieza en el camino con los mismos dramas una y otra vez. La que escribe cartas que nunca envía, la que siempre llega tarde a las citas y deja los proyectos a medias. La que sale corriendo cuando empiezan a crecer las raíces.

La que sigue soñando con cambiar de vida los domingos. La que se ha acostumbrado a dormir sola, sin poder -ni querer- abrazar(te). 

Despiértame cuando acabe diciembre.

miércoles, 8 de enero de 2020

Y.

Y me doy permiso para (des)montar mi puzzle como a mí me dé la gana, aunque con tanto trajín voy perdiendo piezas por el camino. Pero no importa, al fin y al cabo soy yo la que decide cuando abrir y cerrar la ventana (y la mente, y la puerta, y las piernas, y el corazón, y lo que me dicte la razón).