miércoles, 20 de mayo de 2009

Imbécil

Érase una vez una niña un tanto estúpida, intútil y tonta. Cualquier sinónimo de imbécil era parte de su vocabulario, y de su forma de ser. No le gustaba nada de lo que hacía, pero tampoco hacía nada de lo que le gustaba. Su afición preferida era coleccionar quejas, y hacerlas tan grandes como sus mentiras, hasta que, de tanto estirar, se rompían, y una lluvia de mierda caía sobre su cabeza. Pero la niña no se resistía, cogía otra queja más y estiraba con todas sus fuerzas. Así se pasaba el día, bañándose en las heces de sus entrañas, mientras dejaba que la vida se le escapara por la puerta de atrás. Ella sabía que tantas quejas y mentiras no eran buenas, pero vacilaba al destino, y seguía jugando. Hasta que un día, la cosa se le fue de las manos. Y la niña acabó ahogándose en su propia montaña de mierda, por estúpida, inútil y tonta. Por imbécil.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pelin imbecil si...
pero si la chica es asi.. no se le puede hacer nada.
Sinceramente, no podias haber definido mejor mi YO, que está en este post.

Me indentifico muchisimo con las cosas que escribes en ocasiones.

Un beso

Anónimo dijo...

A veces eres demasiado dura, y demasiado profunda. Dile a esa niña que le plante cara a la vida, con un par, que mire hacia el futuro con ganas, con imaginación, y que sea lo que realmente quiera ser (que en el fondo lo sabe, y si no que se lo invente, que puede hacerlo). Dile también que la suerte no existe, que hay que fabricarla a diario. Y haciendo mía una frase de los picoletos, "si me necesitas llámame".
Por cierto, no he podido encontrar "intútil" en el diccionario de la RAE.
Salut!

David dijo...

Ha sido uno de los relatos más duros y directos que he leido por aquí. Muy interesante, por atras me dice Leli que se lo lea, así que allá voy.
Por cierto, el otro día me pillaste empanadisimo, en fin, un saludo.