Maldito duende
Un duende maldito y retorcido está atando mis arterias y mis latidos con nudos marineros. Cada vez que estira sale disparado un bonito recuerdo, y una arcada de desilusión recorre mi esófago. Todavía noto la presión en mi pecho, el vacío de sentimientos, y es que ya ni siquiera puedo sentir el aire, incluso me cuesta respirar. Pero al duende le gusta verme así. Y por eso me dejo, porque hoy lo hago por él, pero algún día será por mí por quien se aten arterias y latidos, por quien se dejen matar un poquito el corazón.
4 comentarios:
te plagié
(con perdón)
mentí
no es
plagio
yo
tú
él
nosotros
vosotros
ellos
pensamos
lo mismo
sobretodo
nosotros
(menos ella)
"te quiero mucho, pero a mí me quiero más". Es una de las mejores frases de Sexo en Nueva York. Y deberíamos llevarlo todos a cabo, para que los nudos marineros y las arterias sean incompatibles.
Qué bonito es siempre en todo un nudo marinero, aunque sea en la garganta.
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