sábado, 14 de noviembre de 2009

Allí estábamos, tú y yo, roedados de miradas atónitas, demasiado conocidas, que observaban el ovillo que habíamos construido con nuestros cuerpos en el sofá de la habitación. Practicábamos sexo sin penetración, silenciosamente, mientras la cremallera de tu pantalón jugaba con mis medias de rejilla..

3 comentarios:

Insomnio dijo...

mientras mis manos jugaban con tu pelo.

*

maloles dijo...

Una de Txa:)

manu dijo...

Jajaja, momentos que todos hemos pasado alguna vez…qué ganas de sacarme el pantalón tenía en esos momentos, pero mi torpeza era lo suficientemente gravitante para estar horas así.

Salutes!