Allí estábamos, tú y yo, roedados de miradas atónitas, demasiado conocidas, que observaban el ovillo que habíamos construido con nuestros cuerpos en el sofá de la habitación. Practicábamos sexo sin penetración, silenciosamente, mientras la cremallera de tu pantalón jugaba con mis medias de rejilla..
3 comentarios:
mientras mis manos jugaban con tu pelo.
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Una de Txa:)
Jajaja, momentos que todos hemos pasado alguna vez…qué ganas de sacarme el pantalón tenía en esos momentos, pero mi torpeza era lo suficientemente gravitante para estar horas así.
Salutes!
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