viernes, 25 de abril de 2008

Café a diario

Queremos que huela a arte
en las esquinas de la ciudad,
y que los hombres grises
nos devuelvan el tiempo robado.
Queremos quemar el hambre
con las ganas de libertad,
que niños y niñas indefinidas
luzcan sonrisas indefinidamente,
que se muera el dinero silenciosamente,
y lloremos lágrimas de alegría.
Queremos dormir las malas conciencias,
y despertar la rebeldía genética
que nos caracteriza,
para luchar sin armas, con palabras,
sin miedo, con esperanza.
Queremos cortar las alas
de las mil y una pesadillas,
y que soñar despierto
ya no sea una utopía.

Queremos que lo que hoy en día vemos cada vez duela menos.

1 comentario:

Areúsa dijo...

Mi corazón guarda un secreto a voces:
Me enamoré de ti un día de tantos otros.