sábado, 14 de marzo de 2009

Latidos revolucionarios

Cuentan mis entrañas que mis latidos ya no quieren estar en huelga, que tienen sed de libertad, de rebeldía, de revolución. Cada vez que tropiezan con una nueva mirada desconocida, o con una sonrisa curiosa, o con un mordisco en la yema de los dedos, o con una caricia en el corazón, quedan presos de un extraño nosequé que, sin pedir permiso, me despierta un nosecuantos que ansía por conocer(te), que nunca (te) presentaré. La revolución ha estallado en un pecho acorazado, y día a día los latidos gritan más fuerte, desgarrándose la voz, sin tener quién escuche tanta palabrería absurda.

1 comentario:

Areúsa dijo...

Tengo el corazón tan caliente que tienes que cogerlo con guantes para no quemarte.