Suave,
como el silencio
del viento
que mece tu pelo
en otoño.
Lento,
como cualquier
movimiento
que no tiene dueño
y navega
sin sueños.
Vivo,
como las olas
furiosas
que tocan tu cuerpo
sintiéndote sola.
Muerto,
como el deseo
del cuento
que quiere latir
al compás
de las horas.
3 comentarios:
Como siempre, Txa, prefecto :)
Muas!
Mu güeno, me gusta musho
Lo mejor de leerte es ahogarse de tus palabras, Txa. Que son tan reales y a la vez tan oníricas, entrelazando imágenes ficticias con sentimientos.
Ay, no sé. Que me gusta o algo.
[Por cierto, de dónde sale "Txa"? Que yo te llamo así sin saber!]
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