Te entran arcadas de pensar en ti mismo, y no quieres mirar atrás, ni al horizonte. Cierras los ojos y callas, como una buena puta, como un buen cobarde.
Callar siempre nos hace tragarnos la lengua y no poder hablar más. Nos acostumbra a los silencios tanto que nos olvidamos de las pronunciaciones. Yo no quiero ser una buena puta. Y mucho menos una buena cobarde.
1 comentario:
Callar siempre nos hace tragarnos la lengua y no poder hablar más. Nos acostumbra a los silencios tanto que nos olvidamos de las pronunciaciones.
Yo no quiero ser una buena puta. Y mucho menos una buena cobarde.
Habrá que vomitar.
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