Sin despedidas
Tuve unas ganas inevitables de asesinar, de ver sangre, de quitar vida. Y lo hice. Una de mis pequeñas huelgas de latidos http://www.fotolog.com/huelgadelatidos ha muerto, sin despedirse de nadie, y todavía desconozco mis razones. Pero aún no he empezado a echarla de menos.
1 comentario:
¿La has cerrado?
Jodó! Txa... de vez en cuando te dan ansias asesinas!
Muas!
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