Volar está sobrevalorado pero, cuando por fin dejas que todo fluya, agitar las alas y dejar de rozar el suelo se convierte en una necesidad. Y por fin el mundo se deshincha, y la vida pesa veinte kilos menos. Y ya no nos da miedo la noche, ni el mañana, ni la luna que se esconde. Que volveremos a tener hambre de locuras, que nuestras palabras se las llevará el viento, pero joder, que no se olvide de nosotras y nos arrastre con ellas, y que se calle la conciencia, y que venga el invierno y el verano y lo viejo y lo nuevo y todo, y vamos a vivirlo, que con soñar de vez en cuando ya no nos basta.
Déjate llevar, que a la improvisación no le hace falta filtro.
sábado, 11 de mayo de 2019
About last night
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