sábado, 4 de mayo de 2019

Diez.

Y sin haberlo planeado, he vuelto a diez años atrás. Conciertos en la calle, quedada con los compis de uni, charlar de cómo arreglar el mundo (porque somos educadoras, y las utopías se nos dan bien), beber cerveza, juntarse con los otros compis, sentirse fuera de lugar (aunque sean un amor), echar de menos la cama y volver a casa sola y en metro (Bueno, hace diez años no podías volver en metro, pero ahora la ciudad mola más, y hay metro nocturno, así que te ahorras el taxi).

Pero hace diez años acababa de terminar la carrera, y seguía viviendo en casa de mis padres, y no sabía de qué quería trabajar, lo cual lo ponía todo más fácil. Y sabía estar sola. Y pensaba que tenía tiempo de sobra para hacer todo lo que quería. Y no pensaba ni en el dinero, ni en las cosas que dejé atrás. Porque estaba fuerte, y sabía que si quería me comía en mundo.

Y ahora tengo unos cuantos zlotys en la cartera, y puedo decir que estuve enamorada, y que a veces me atraganto con tanta nostalgia. Y que no tengo casa, ni lugar en el mundo. Que sigo siendo un culo inquieto pero con unos cuantos años más, y soy más exquisita, y eso lo complica todo. Que cuando creo que he encontrado la estabilidad me entra un ataquito y me tengo que ir. Y sólo de pensar que estoy a punto de dejarlo todo sin tener un plan B me mata. Y que si no espabilo o la suerte no me acompaña voy a tener que volver a la vida que tenía hace diez años. Y si, joder, que han puesto metro por la noche, y eso es maravilloso, pero que el último pase antes de las dos me corta el rollo. Ya no estoy para estos trotes.

2 comentarios:

Rodrigo Rubio dijo...

eh, quan puguis, mira a veure si no ens deixes tant de temps sense entrades si us plau! Volem més!!!

Txa dijo...

Lo intentaré, mi único lector :)