Ha llegado la primavera, pero todavía llevo dos pantalones, calcetines gordos, zapatillas impermeables y chaqueta de invierno (con pelitos en la capucha y todo). Esta mañana he salido a la calle con gorro de lana, y me he maldecido por haber olvidado los guantes. De camino al trabajo, el parque seguía gris, con árboles desnudos y patos escondidos entre los matorrales. Jodido frío.
Hoy hemos salido de paseo con la escuela para celebrar que se acaba el invierno. Los niños y las niñas llevaban gorro, guantes, tres camisetas, un jersey, dos pares de mallas y botas. Algunos incluso iban tapados con mantas. Hacía un día digno de invierno, así que hemos intentado crear nuestra propia primavera. Hemos decorado las sillitas con flores gigantes rosas, azules, amarillas, verdes, naranjas. También había algún globo que otro. Sonreíamos sin parar a la gente que nos miraba con curiosidad. Hemos parado a hacer fotos en el puente, en la catedral, en la orilla del río. Un buen reportaje para poder mostrar a las familias qué bonito ha sido el paseo de la inauguración de la nueva estación, aunque en realidad haya sido un día gris, feo, con frío. Aunque al volver a la escuela, el sol haya hecho la gracia de salir cuando ya estábamos todos encerrados en las clases, comiendo a toda prisa antes de que llegaran los autobuses. Y eso nos ha puesto de mal humor, y hemos maldecido al señor del tiempo, y se nos ha escapado algún taco que otro, porque joder, vaya suerte la nuestra. Pero eso los padres no lo saben. Con ver la felicidad de los pequeños, se quedan contentos. Y eso es lo que en el fondo me gusta. Tan sólo por eso, hoy toca sonreír. Ha llegado la primavera.
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